domingo, 22 de septiembre de 2013

Tú tan verso y yo esta noche tan poeta.



Tú, que anclaste tu sonrisa a mi lista de excesos. Tú con tu boca, yo con mis ganas; ganas de desnudar tus ideas y llenar tu dorso de mis huellas.
Tu espalda que es eterna; mis noches que no mueren si antes no le meto mano a un febril "nosotros"; nosotros que no somos, pero tú eres mi viaje más ansiado. Tú, tú que me miraste y mi sonrisa cómplice, mi respiración entrecortada después; después un beso de esos, de esos que te mueven hasta las pestañas.Yo, que dejo suceder las cosas para que solas sucedan, para que sucedamos de nuevo en un "mi contigo", mientras, las sucesiones de este "sin ti" agrían mis tardes vestidas de dudas; dudas que se tambalean en mi lengua, que las trago y sigo, como si se trataran de algún fármaco para poder dormir, para no soñar.
Versos en los que te leo, labios que solo esperan a los tuyos, pero que callan porque son cobardes. Y así, mientras parece que no espero, a cientos de kilómetros aguardan estas palabras calladas que tienen como rima el sabor de la primera sonrisa que me declaraste.