lunes, 1 de junio de 2015

Maldita sea la vela del barco de tu voz.


Es importante sentirse libre, pero más aún saberse libre. Es importante respirar y llenar los pulmones de nuevas esperanzas...sacar todo el aire para llegar a la meta. Es importante besar con los ojos cerrados y querer con los ojos abiertos; mirar con los ojos, pero querer desde lo más profundo, desde más allá del esternón. Es vital saberse querido, hallarse en paz con el pasado y declararle amor eterno al futuro. Es de extrema urgencia buscarse a uno mismo y comprender que la vida puede ser sueño y que los sueños pueden ser pasos que andar para llegar a la cumbre. Al fin y al cabo las únicas "cosas" que verdaderamente importan son aquellas conversaciones que acarician los sentidos, los abrazos sinceros, las risas compartidas...todo lo demás es secundario. Lo que más, tu sonrisa

sábado, 25 de abril de 2015

Si me ves, sentirás que te quiero.


La luz es vida cuando en la oscuridad se desdibuja tu cuerpo. Las sobras se corrompen cuando te acaricio la piel con los ojos y con los dedos. La luz, la de tus ojos, la de tus labios. No puedo respirar, no hay oxígeno en esta habitación tan vacía de ti. Me falta aquella media hora que no nos dimos, aquel último beso que no pasó. No tengo remedio, soy un naufrago de tu cuerpo perdido, de todas las horas que se fueron y no fuimos marea. Quiero ser tu mar. Quiero ser tu océano. Me falta el blues que tiene tu garganta y el tango que bailábamos bajo las estrellas. Tengo un mes de abril para ti, pero lo estoy gastando con otros labios que no tienen tu nombre pero me acarician y me cuidan el sueño. Después me siento vacía, aún más vacía cuando pienso en tu espalda, que es eterna y es la tortura más dulce que pude conocer. Te escribo porque te siento, aunque ya no duelas. Te escribo porque de vez en cuando revivo un reencuentro futuro y me recreo en como sería, en como te besaría otra vez. Te escribo aunque diga o piense que ya no me importas, que ya no te siento. 


lunes, 30 de marzo de 2015

Cruce de caminos.

Querido desconocido:

Hace algunas semanas que llegaste a mi vida y la has desordenado. No se decirte en que grado ni si me es grato. Solo te hablo de una evidencia. Solo te hablo de como mi orden personal ahora es un pequeño caos.
Te hablo así, sin proponer ni persuadir. Te hablo sin hablarte y deseando hacerlo. Sin duda, aunque parezca absurdo me gustaría poder volver a aquel minuto y repetirlo miles de veces...una huelga general del movimiento del mundo y el espacio; de nuestros dos mundos cruzados...como dos desconocidos que deciden compartir un secreto. Si lo cuentas tendré que matarte.

A menudo escucho decir aquello de que las mejores historias son las mas cortas. Será por aquello de querer dar lo mejor de nosotros en el tiempo en el que el destino o no se que fuerza gravitatoria lo permite. Si se trata de fuerzas o alineaciones de cometas, les hablaré también a ellas para que nos vuelvan a colocar en la misma dimensión y nos reiremos de los que tiran piedras a las estrellas. 

sábado, 28 de marzo de 2015

Ya sé de sobra que tienes esa sonrisa y esas maneras.


Yo cuido de tus manos, que tanto me acarician. Toco un pensamiento, no tiene dueño y lo hago mio. 
Te hago piel que se tropieza con mis óbices y les da una tregua. Siempre buscando causas perdidas y me cruzo con tu boca, que no tiene más dulzura que otras, pero que tiene el don de dejarme sin palabras. Tú que no eres un santo, yo que lo finjo. ¿Por que no nos enredamos con mesura y fingimos que nada era tramado?. Mi deseo callado, el tuyo contundente...